El CV es tu carta de presentación para las empresas. No hay una fórmula mágica para hacerlo, pero sí existen 6 elementos básicos que debes incluir:
Incluye sólo tu nombre completo, teléfono de contacto y correo electrónico. Omite la información no relevante como dirección, edad, estado civil… a menos que sea un requisito indicado en la vacante a la cual te postularás.
¿En qué área te gustaría desarrollarte? ¿Qué quieres lograr profesionalmente a corto y mediano plazo? Para tu primer CV puedes incluir este tipo de información, con este apartado los reclutadores sabrán más de tus intereses y metas profesionales.
Evita llenar tu CV con información innecesaria, como dónde estudiaste la secundaria. Si ya egresaste del nivel profesional (o lo estás estudiando), es obvio que estudiaste el nivel básico.
En cambio, incluye tu carrera técnica (en caso de tenerla) y todos los cursos, diplomados, posgrados o certificaciones que complementen tus conocimientos.
Los datos que debes poner son: nombre de la institución, nombre del curso y fecha en que lo cursaste o fecha en que terminarás.
Sácale jugo a tu servicio social y prácticas; fueron tu primer acercamiento al mundo laboral.
Para redactar tu experiencia, debes añadir el nombre del puesto, la empresa, el período y una breve descripción de tus funciones.
Ordénalos por cronología inversa, es decir, del más reciente al más antiguo.
Tu nivel de inglés y otros idiomas, los programas que sepas utilizar (software) y, en general, tus competencias laborales (habilidades de comunicación, liderazgo, persuasión) se incluyen en este espacio.
Puedes mostrarlos en porcentajes, niveles o una indicación de forma gráfica.
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Sé breve: que tu CV sea de una hoja.
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Ten precisión: los reclutadores necesitan saberlo todo de ti en el menor tiempo posible.
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Verifica y sé claro: revisa tu redacción y ortografía; nada asusta tanto a los reclutadores como un CV con errores.
Lo esencial que debe contener tu CV